Tras los sucesos de Kiuden Hida, el buen renombre tanto del Clan Cangrejo como del Clan Grulla ha quedado en entre dicho, por su parte los cangrejos no han podido proteger a sus invitados y por el otro lado los grullas, que de su familia a surgido una Shutten Doji. De estas situaciones desesperadas surgieron héroes... pero no es de ellos de quien vamos a hablar ahora sino de Iuchi Kanashimi, que participó en lo ocurrido pero no fue una de las figuras destacadas.
Prólogo
Tras varios meses de descanso en Shinden Iuchi, Kanashimi recibe una misiva...
Prólogo
He sido llamado a compadecer frente a Iuchi Tenruko, gobernador de la Provincia Resan. El viaje desde Shinden Iuchi aunque corto fue tranquilo, parándome a rezar frente a varias estatuas de Jizo-sama (Guardián de las almas de los niños muertos), además de bendecir varias de las cosechas que se estaban sembrando.
Varios días después llegue a la casa del gobernador Tenruko, aunque parecía no había sido el único en ser llamado, pues vi a Shinjo Xushen, Taisa de los Ejercitos Junghar, descabalgar en el patio central mientras un par de heimin le ayudaban a desmontar y lo acompañaban al interior de la casa.
Al verme, varios de los heimin vinieron a ayudarme a desmontar a mí también, pero para su desgracia era más rápido que ellos y cuando llegaron ya estaba en el suelo con las riendas de Yukka en las manos. Deje a Yukka en manos del sirviente que parecía más versado en el trato con los animales de monta y le dije que cuidase mi montura como si fuese la de su señor, sentí el terror en su mirada cuando comprendió que era un shugenja y que podía controlar a los Kami, supersticiones campesinas o quizá un tono demasiado brusco de mi voz.
La otra sirviente hizo una profunda reverencia y me instó a que le siguiese pues Tenruko-sama me estaba esperando.
Día Uno
Me encontraba junto a Shinjo Xushen en la sala central de la mansión del gobernador. Habían quitado las paredes de Shoji para permitir una mejor ventilación. Estábamos tomando un té mientras Tenruko-sama meditaba sobre algo que le tenia totalmente absorto, al cabo de varios minutos, nos miró y presentándose, nos dijo que habíamos sido llamados para acompañarle a Musume Mura, allí yo tenía que participar en los duelos de magia y dejar en un buen lugar al Clan, mientras que Xushen, debía hacer los preparativos para nuestro viaje a la ciudad donde Hantei I había encontrado a su esposa.
Tras asegurar que haríamos nuestros deberes lo mejor posible, le pregunté si podría usar su biblioteca, dándome él a su vez permiso. Una sirvienta me acompañó a la biblioteca y una vez allí me dejó a solas. La sala no era grande pues solo contenía un armario para pergaminos y un escritorio de manufactura gaijin, pero tenían alguna que otra encuadernación cosa que sin duda demostraba que Tenruko-sama era una persona pudiente. Después de hechar una leve ojeada a varios tratados sobre magia elemental de agua, me puse a duplicar mis pergaminos de conjuros de fuego...
Varios días después llegue a la casa del gobernador Tenruko, aunque parecía no había sido el único en ser llamado, pues vi a Shinjo Xushen, Taisa de los Ejercitos Junghar, descabalgar en el patio central mientras un par de heimin le ayudaban a desmontar y lo acompañaban al interior de la casa.
Al verme, varios de los heimin vinieron a ayudarme a desmontar a mí también, pero para su desgracia era más rápido que ellos y cuando llegaron ya estaba en el suelo con las riendas de Yukka en las manos. Deje a Yukka en manos del sirviente que parecía más versado en el trato con los animales de monta y le dije que cuidase mi montura como si fuese la de su señor, sentí el terror en su mirada cuando comprendió que era un shugenja y que podía controlar a los Kami, supersticiones campesinas o quizá un tono demasiado brusco de mi voz.
La otra sirviente hizo una profunda reverencia y me instó a que le siguiese pues Tenruko-sama me estaba esperando.
Día Uno
Me encontraba junto a Shinjo Xushen en la sala central de la mansión del gobernador. Habían quitado las paredes de Shoji para permitir una mejor ventilación. Estábamos tomando un té mientras Tenruko-sama meditaba sobre algo que le tenia totalmente absorto, al cabo de varios minutos, nos miró y presentándose, nos dijo que habíamos sido llamados para acompañarle a Musume Mura, allí yo tenía que participar en los duelos de magia y dejar en un buen lugar al Clan, mientras que Xushen, debía hacer los preparativos para nuestro viaje a la ciudad donde Hantei I había encontrado a su esposa.
Tras asegurar que haríamos nuestros deberes lo mejor posible, le pregunté si podría usar su biblioteca, dándome él a su vez permiso. Una sirvienta me acompañó a la biblioteca y una vez allí me dejó a solas. La sala no era grande pues solo contenía un armario para pergaminos y un escritorio de manufactura gaijin, pero tenían alguna que otra encuadernación cosa que sin duda demostraba que Tenruko-sama era una persona pudiente. Después de hechar una leve ojeada a varios tratados sobre magia elemental de agua, me puse a duplicar mis pergaminos de conjuros de fuego...